Qué pasa si Rusia no paga su deuda

Por otra parte, mientras que Rusia no haría el desembolso para quedarse con ese dinero y dañaría a los inversores de países occidentales con los que las relaciones cada vez son mucho más tensas, el impago afectaría a los inversores rusos que asimismo triunfaron esa deuda, y impediría al enorme euroasiático financiarse en

La decepción, en una situación como esta, es el estado de soledad de la economía cubana. El país en este momento no posee industrias ejecutables, con lo que es bien difícil producir lo bastante para realizar los pagos mínimos.

La decepción, en una situación como esta, es el estado deplorable de la economía cubana. El país en este momento no posee industrias ejecutables, con lo que es bien difícil producir lo bastante para llevar a cabo los pagos mínimos. En verdad, es realmente difícil medir qué tan mal está el país pues su ineficiente sistema de administración económica y las ocasiones poco comunes nacionales y también de todo el mundo siguen afectando la liquidez y posibilidad de Cuba. El gobierno solo paga a los gobernantes públicos un promedio de $25 por mes, lo que transforma a Cuba en entre los países mucho más pobres de todo el mundo. Por otra parte, las entradas de financiamiento en el mundo entero son limitadas, merced a la carencia de transparencia, un historial de pago deficiente y los efectos directos y también indirectos continuos de las sanciones de EE. UU., lo que sostiene a la economía vulnerable a shocks de naturaleza inversa.

Hoy en día, la situación de la deuda de Cuba con sus asociados comerciales y distribuidores ha incrementado sensiblemente, lo que ha causado que ciertos de ellos se nieguen a llevar a cabo negocios con la isla salvo en efectivo. Se estima que la deuda externa total sobrepasa con creces los 18.500 millones de dólares estadounidenses EE.UU. En el momento en que Díaz-Canel visitó Beijing, lidiaba con la peor crisis financiera en 30 años, el colapso de la red eléctrica, manifestaciones masivas y el éxodo de la población. De la misma el Kremlin, el gobierno chino recibió al presidente cubano con calidez, pero sin límites. Para ponerlo en visión, a lo largo de los años del Pacto de Varsovia de la Guerra Fría, los subsidios soviéticos a Cuba sumaron 4.300 millones de dólares estadounidenses por año entre 1986 y 1990, lo que sostuvo a La Habana a flote y representó el 21,2% del PIB de Cuba. Díaz-Canel halló un lote común simbólico, como la unidad contra las sanciones occidentales y de Washington, pero el concepto general de estas visitas de estado todavía es que China no es la Unión Soviética. Aparte de «conceder» cien millones de dólares americanos estadounidenses y charlar de reestructuración de deuda por un número que aún no se conoce, no va a contribuir a La Habana a salir de la crisis que es considerablemente más profunda en su crónica. Al tiempo, no tienen considerablemente más antídoto que agredir a sus asociados ideológicos.

La contrariedad, en un caso así, es el estado deplorable de la economía cubana. El país ahora no posee industrias ejecutables, con lo que es realmente difícil generar lo bastante para llevar a cabo los pagos mínimos.

La contrariedad, en un caso así, es el estado deplorable de la economía cubana. El país ahora no posee industrias ejecutables, con lo que es realmente difícil generar lo bastante para realizar los pagos mínimos. En verdad, es bien difícil medir qué mal está verdaderamente el país por el hecho de que su ineficiente sistema de administración económica y las inusuales situaciones nacionales y también de todo el mundo siguen afectando la solvencia y probabilidad de Cuba. El gobierno solo paga a los usados estatales un promedio de $25 por mes, lo que transforma a Cuba en entre los países mucho más pobres de todo el mundo. Por otra parte, el ingreso con limite a la financiación en todo el mundo, gracias a la carencia de transparencia, el historial de pago deficiente y los efectos directos y también indirectos continuos de las sanciones estadounidenses, lo realiza muy vulnerable a las crisis cambiarias.

Hoy día, la situación de la deuda de Cuba con sus asociados comerciales y distribuidores ha incrementado sensiblemente, ocasionando ciertos de ellos se nieguen a realizar negocios con la isla salvo que sea en efectivo. La deuda externa total se cree en mucho más de 18.500 millones de dólares americanos. En el momento en que Díaz-Canel visitó Beijing, encaraba la peor crisis financiera en 30 años, el colapso de la red eléctrica, manifestaciones masivas y el éxodo de la población. Exactamente la misma el Kremlin, el gobierno chino le dio al presidente cubano una bienvenida claramente calurosa, pero sin límites. Para ponerlo en visión, a lo largo de los años de la Guerra Fría del Pacto de Varsovia, los subsidios soviéticos a Cuba ascendieron a 4.300 millones de dólares americanos por año, entre 1986 y 1990, lo que sostuvo a flote a La Habana y representa el 21,2% del PIB de Cuba. Díaz-Canel halló un lote común simbólico, como la unidad contra las sanciones occidentales y de Washington, pero el concepto general de estas visitas de estado todavía es que China no es la Unión Soviética. Aparte de «conceder» cien millones de dólares estadounidenses y charlar de reestructuración de deuda por un número aún ignota, no va a ayudar a La Habana a salir de la crisis mucho más profunda de su crónica. Al tiempo, no tienen mucho más antídoto que apretar a sus socios ideológicos.