Para efectuar el pago íntegro de las acciones, hay un período de un año como período para llevarlo a cabo, contado desde la fecha de inscripción de la sociedad en el Registro Público de Comercio (RPC), según el producto 265 del mismo. . la Ley General de Compañías Navieras.
¿Por qué razón las compañías dividen dividendos?
La primordial fuente de financiación de las compañías para novedosas inversiones son sus provecho. Lo frecuente es que una compañía financie una exclusiva factoría o amplíe su negocio con el dinero que ganó en años precedentes, que, así mismo, no se reparte a los inversionistas sino se reinvierte en la sociedad. El interrogante es: ¿qué es lo destacado para los inversionistas? ¿Esa sociedad se reparte todas y cada una de las ganancias entre ellos o se las queda y financia con ellas sus futuras inversiones? Tenga presente que las utilidades no distribuidas continúan en el patrimonio de la compañía y, en consecuencia, provocarán un aumento en el valor de las acciones. Asimismo hay que tener en consideración que si la compañía reparte las ventajas entre los inversionistas, deberá asistir al mercado de capitales (bancos o bolsa) para hallar la financiación que se requiere para efectuar novedosas inversiones (ampliación de la factoría, renovación de maquinaria, compra de una compañía en el extranjero).
Según el teorema de Modigliani & Miller, en un planeta sin gastos de transacción y con mercados de capitales eficaces, el tema es sin importancia: no interfiere el valor de la firma. Una política de dividendos mucho más alta disminuye las utilidades retenidas y, en consecuencia, las ganancias de capital y al reves. En el planeta real, con los costes de transacción, el interrogante y la decisión son poco relevantes. Por poner un ejemplo, por fundamentos fiscales. Más allá de que los dividendos representan, para los inversionistas, rentas que tributarán según la cuota que el accionista concreto aguantará en su impuesto sobre la renta, el aumento en el valor de las acciones no va a estar gravado mientras el accionista no enajene y, en tal caso, tributarán como plusvalías (como plusvalías) con un régimen mucho más conveniente que el pensado para los dividendos. Hay otros métodos menos tributarios de repartir efectivo a los inversionistas: por medio de proyectos de recompra de acciones (la compañía adquiría sus acciones para redimirlas) y emisión de debentures (en este segundo caso, la doble imposición, por el hecho de que la compañía lo realiza sin abonar impuestos). sobre los intereses pagados a los inversionistas/bonistas).
