La inflación se hace más rápido y los incrementos nominales de la renta no alcanzan compensar el incremento de los costes. Los hogares mucho más pobres semejan tener la menor protección contra la aceleración de la inflación.
Por: Juan Ignacio Martínez Valero
La inflación perjudica a nuestra estrategia de MARKETING, pues es un incremento incesante de los costos en todo el tiempo. La inflación general de México se aceleró en el mes de junio y alcanzó un máximo de 21 años. La suba de los costes de alimentos como la patata, la naranja y el pollo presionó el Índice Nacional de Costos al Cliente, que se situó en el primer mes del verano en el 7,99% interanual, según cantidades del Centro Nacional de Estadística y Geografía ( INEGI). ).
Las secuelas de la inflación sobre los pobres
La inflación piensa una carga altísima para las familias pobres, pues en su mayor parte son usuarios precarios. En contraste a los hogares mucho más ricos, aun pequeños incrementos de costes tienen fuertes implicaciones para su consumo. La inflación desmandada asimismo crea trampas de pobreza. Ordena a las familias de bajos capital a eludir el apetito comiendo alimentos de menor calidad, lo que puede perjudicar el avance cognitivo de sus hijos.
Los pobres están mucho más expuestos a la inflación pues no tienen los elementos para proteger su poder de compra. Su ingreso a los mercados financieros es con limite o inexistente, con lo que no tienen la posibilidad de usar el crédito para moderar el consumo. O, si pueden entrar, deberán depender de los préstamos, en la mayoría de los casos de los mercados informales, para agradar las pretensiones básicas. Además de esto, sus capital con frecuencia asimismo surgen del ámbito informal, con lo que no están cubiertos por arreglos institucionales públicos o privados que cuiden a los usados de los incrementos de costos. Y, por otra parte, los pobres no tienen la aptitud de ahorrar dinero, o sea, no tienen la posibilidad de utilizar su dinero para sostener sus hábitos de consumo o obtener mecanismos financieros indizados para proteger el valor de sus activos.
¿Y por qué razón es bastante?
Según CONEVAL, los 1.759,59 pesos que es la línea de pobreza extrema en un contexto urbano, dejarían obtener mensualmente, organizados entre los primordiales rubros de gasto: 71,4 pesos de tortillas de maíz; 26,5 pesos pan blanco; 60,3 pesos pan dulce; 83,9 pesos de bistec de res; 44,9 pesos de carne molida; 56,9 pesos de costilla de cerdo; 38 pesos de muslo o pechuga con hueso; 23.8 muslo o pechuga de pollo deshuesada; 26,5 pesos de un pollo entero; 107,5 pesos de leche; 48,1 pesos de huevo de gallina; 31 pesos papas; 20 pesos cebolla; 36,7 pesos de tomates; 49,2 pesos frijoles; 28,3 pesos de limón; 27 pesos manzana o perón; 28,5 pesos de pollo asado; 27 pesos de agua embotellada; 32.6 jugos o néctares; 75,3 pesos en refrescos; y 94 pesos en otros alimentos preparados.
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